Más sobre David Suárez (ya nos vale)

Lo bueno o malo de llamarse David y apellidarse Suárez es que te salen "hermanos" por todas partes. Realmente pretender publicar algo o hacer arte con ese denónimo es de idiotas. Lo más recomendable para nosotros los comunes es utilizar un pseudónimo. Ahí las posibilidades son múltiples. Si se quiere publicar algo de realismo sucio lo mejor es firmar con un nombre anglosajón, algo así como Jhon Waltimore o Deivid Malowee. Los apellidos franceses vienen muy bien para la pintura o la poesía de amor y erótica Antoine Lafforette o Pierre Marfois ya venden sin abrir el libro. Para la poesía celta o asturianista si te llamas José Jiménez o Pedro Fernández ni vengas no sea que te lleves más de un capón. Aquí sería fácil hacerse con un libro de esos tan de moda y como en una tómblola elegir el que más te guste o el que más rabia te dé, home Xuan Verdiciu igual ye demasiao forzao, yo para los monólogos asturianos me quedo con Xuacu Bolinga. Para la poesía o arte experimental tenemos de todo, no hay más que ir a la tienda y cogerlo sin pagar Snake66, Atomus, @s, Carbunco... Para algo serio lo mejor es rebuscar en el árbol genealógico y tratar de componer algún apellido de renombre, algo saldrá, un Argüelles-Sotres o un Juan Carlos Cifuentes-Caveda seguro que aparecen. Yo ahí tengo una posibilidad ya que el segundo apellido de mi abuela paterna de Grao es Petit(Alicia Menéndez Petit) quizás adquirido durante la invasión de las tropas francesas de Napoleón. David Petit mejoraría lo presente aunque coincidiría con el jugador de fútbol ex del barça. A mí me hubiese gustao ser futbolista profesional(o ciclista) me cambiaría de buena gana por este David Suárez, una vida de éxito y mujeres. Pero ya sabeís que yo de entre todas las vidas escojo la del pirata cojo con parche en el ojo, con cara de malo, el viejo trúhan capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera.