22/9/07

Relato pornográfico de San Mateo

Lucho salió de casa dispuesto a todo. Sabía que no iba ser una noche normal, los buenos lobos captan a través del frescor del aire cuando las presas están más débiles, más dispuestas a ablandarse.
Había quedado con sus amigos de siempre en un bar cercano al mogollón festivo de los chiringuitos, lugar donde después la manada iba a tener su centro de operaciones. Se pidió una jarra de cerveza y luego otra. Hablaba de fútbol y recordaba a su última novia que tuvo en Madrid. Lucho es un ejemplar autóctono emigrado a la capital en busca de comida. Rememoraba los buenos ratos que pasó con ella en la cocina, en la ducha, en el salón y por supuesto en la cama. Lo trasmitía con todo tipo de detalles y eso hacía alterar a la manada, prepararla para la batalla.Los primeros aullidos ya se dejaban oír.
Luego pasó a los cacharros, Vodka con naranja, la bebida predilecta de las presas y se decidieron a atacar.
Accedieron al Pinón Folixa abriéndose paso con determinación hacia la barra. Recordaron viejos éxitos rokeros y pronto divisaron un objetivo. Era un grupo asequible, borrachas, muy activas con el gorro de San Mateo y sin ningún macho merodeándolas. Se acercó y empezó a bailar con ellas. Una abrió la muralla, como diría un lingüista el mensaje comunicativo se intercambiaba entre emisor y receptor a pesar del ruido.
Pasó el tiempo y se fueron al Rincón Cubano. Dos mojitos para el buche. Un borracho llamaba a Rivi "empresario de las ideas".
Tenía que caer, tras un baile, ya agarrados, juntó sus labios con los de su presa, las lenguas hicieron enseguida acto de presencia. Luego se encaminaron agarrados, parando en cada esquina, a la oscuridad y tranquilidad de un trastero como éste pero sin suciedad ni arañas.
Se morreaban y se mordían sin importarles nada. Lucho sacó un condón de la cartera y comenzaron a desnudarse una sobre el otro.Oye le dijo la ovejita, por qué en vez de follar nos lo comemos. El lobo aulló como nunca. Siempre decía que follar era de pobres y las mamadas de ricos.
Empezó ella, vaya como aullaba Lucho y no había luna llena. Al poco se le corrió en la boca, ella lo tragó todo,
Luego comió el coño con furia saboreando la lujosa mariscada.
Se dieron los teléfonos.
Quién sabe si este relato tendrá continuación, si se convertirá en un folletín o en una crónica de sucesos. O quedará como tantos otros en el olvido de un cajón abarrotado.
David Suárez

3 comentarios:

gorki75 dijo...

Como pertierra pero subido de tono...

David Suárez Suarón dijo...

Permar o pertierra tinín las hace tilín y yo envuelvo mis zapatos mojados con su columna.

Anónimo dijo...

jajajá diossss auauauau.Menudo Lobo el lucho esi,aunke algún mordisco pega de vez en cuando ultamente yo lo veo más perrito faldero salu2 chavales