¿Será suficiente mi disculpa?
Por todo lo que ha sucedido mientras intentaba inventar buenas excusas.
Por todas las veces que los celos han brotado en mi pecho,
Por cada vez que la angustia arruinó uno de mis días oscuros,
¡Por
cada vez que dije que la Justicia tendría cólicos menstruales y que el
Amor era un hombre idiota con disfunción eréctil en el otoño de su vida!
El poeta, artista y comisario de exposiciones Ashraf Fayad ha sido condenado a muerte por un tribunal de Arabia Saudí por ateísmo.La verdadera causa parece ser la crítica que encierra su libro Instrucciones en el interior (2008), su posición influyente en la renovación del arte saudí y, también, que grabó imágenes de tortura por parte de la policía religiosa del régimen. Durante el proceso se ignoró su derecho a tener un abogado y el juez ni siquiera habló con él. La discriminación y el maltrato procesal son habituales en Arabia Saudí hacia los refugiados palestinos como Fayad.
Condenar a alguien por tener o no tener una fe religiosa, o por cualquier opinión o creencia manifestada en un libro, es contrario a los derechos humanos. Hacerlo, además, falsamente y como pretexto para eliminar la disidencia o la crítica es signo de qué clase de régimen es el régimen saudí. Condenar a alguien a muerte por apostasía nos lleva de vuelta de lleno a la Edad Media.
España mantiene plenas relaciones con esa monarquía árabe


























Gran Timba poética ña que se vivió en El Olivar. Con Pablo X.Suárez, Ana Vega, Alberto Claver Crespo Sánchez, Laura Marcos, Cuetos Víctor, Pablo Benavente de gira directamaente desde Granada, yo mismo y otra gente, muy jóven y no tan jóven que salió a recitar. La poesía sigue abriéndose paso con independencia del tiempo histórico y el lugar. Como un torrente de agua imparable en sus infinitas manifestaciones.


















