11/9/15

A la pereza

A LA PEREZA

¡Qué dulce es una cama regalada!
¡qué necio el que madruga con la aurora,
aunque las musas digan que enamora
oir cantar a un ave la alborada!

¡ Oh, qué lindo en poltrona regalada
reposar una hora y otra hora!
comer, holgar... ¡qué vida encantadora
sin ser de nadie y sin pensar en nada!

¡Salve, oh Pereza! En tu macizo templo
yo, tendido a lo largo, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo

me arrastro bostezando y de tal modo
tu estúpida modorra a entrarme empieza,
que no acabo el soneto de pe... re... za.

Manuel Bretón de los Herreros.

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