“Entonces lo supo. Pero era demasiado tarde para saberlo.
Con extremada cautela, para postergar un poco la certidumbre, tocó a su derecha; había una pared de madera, y otra detrás de la cabeza y otra a sus pies. Golpeó con los puños hacia arriba y a ambos lados, y gritó, pero no oyó nada, era como si la negrura engullese el ruido.
Dios mío.
Estaba en un ataúd, enterrado vivo.”
Tim Krabbé. “La desaparición”.
Con extremada cautela, para postergar un poco la certidumbre, tocó a su derecha; había una pared de madera, y otra detrás de la cabeza y otra a sus pies. Golpeó con los puños hacia arriba y a ambos lados, y gritó, pero no oyó nada, era como si la negrura engullese el ruido.
Dios mío.
Estaba en un ataúd, enterrado vivo.”
Tim Krabbé. “La desaparición”.
2 comentarios:
Anda que como se levante... ;-)
Menuda...
Publicar un comentario