A pesar de la oposición del reverendo Matthew y la Asociación de Damas de Caridad la actividad social de Deadwood pasadas las 20h se concentraba en dos puntos: el Saloon Manchester y el Motel Louisiana.
En el Saloon se daban cita los habituales bebedores y jugadores de la zona. Jimi “manos rápidas” amenizaba, si no estaba muy bebido, con alguna pieza en el piano de cuando en cuando y las señoritas del motel se acercaban para representar un número con el objeto de atraer clientes que normalmente se quedaban dormidos con el mango inerte nada más meterse en los camastros.
También era común que Jules, el propietario, tuviese que tirar al abrevadero a varios clientes víctimas de un exceso de wysky y del mal tequila, por llamarlo de alguna manera, sacado del alambique de Ramón Rodríguez “el mexicano”.
Las peleas también eran normales, no solían pasar de unos puñetazos mal dados pero alguna vez la cosa se iba de las manos y había que lamentar algún muerto.
Hace un par de años el local quedó totalmente destrozado. Joe Dexter le dijo a Tomy Jones que era una puta serpiente desgraciada salida del estercolero de su madre y se enzarzaron en una pelea, las sillas volaron y una fue a parar a la cabeza de Jim “el enterrador” que se sumó a la contienda. Sin saber cómo todo el mundo encontró un motivo para pegar al otro y el pobre Jules se vio con el local hecho trizas.
Afortunadamente hubo una colecta comunal y Jules pudo reconstruir el Saloon para alegría de todos.
Las dos grandes mesas redondas de poker eran la parte estrella del local. A ellas y a la barra acudían los Sullivan como a una congregación de feligreses.
Caía ya la noche y poco a poco el salón iba presentando su aspecto normal. Pero hoy iba a contar con un cliente no muy habitual. Tras dejar el caballo atado O´Connel Junior empujó las puertas del Saloon, se quitó el sombrero y acercándose a la barra pidió un wysky doble.
continuará...
En el Saloon se daban cita los habituales bebedores y jugadores de la zona. Jimi “manos rápidas” amenizaba, si no estaba muy bebido, con alguna pieza en el piano de cuando en cuando y las señoritas del motel se acercaban para representar un número con el objeto de atraer clientes que normalmente se quedaban dormidos con el mango inerte nada más meterse en los camastros.
También era común que Jules, el propietario, tuviese que tirar al abrevadero a varios clientes víctimas de un exceso de wysky y del mal tequila, por llamarlo de alguna manera, sacado del alambique de Ramón Rodríguez “el mexicano”.
Las peleas también eran normales, no solían pasar de unos puñetazos mal dados pero alguna vez la cosa se iba de las manos y había que lamentar algún muerto.
Hace un par de años el local quedó totalmente destrozado. Joe Dexter le dijo a Tomy Jones que era una puta serpiente desgraciada salida del estercolero de su madre y se enzarzaron en una pelea, las sillas volaron y una fue a parar a la cabeza de Jim “el enterrador” que se sumó a la contienda. Sin saber cómo todo el mundo encontró un motivo para pegar al otro y el pobre Jules se vio con el local hecho trizas.
Afortunadamente hubo una colecta comunal y Jules pudo reconstruir el Saloon para alegría de todos.
Las dos grandes mesas redondas de poker eran la parte estrella del local. A ellas y a la barra acudían los Sullivan como a una congregación de feligreses.
Caía ya la noche y poco a poco el salón iba presentando su aspecto normal. Pero hoy iba a contar con un cliente no muy habitual. Tras dejar el caballo atado O´Connel Junior empujó las puertas del Saloon, se quitó el sombrero y acercándose a la barra pidió un wysky doble.
continuará...
4 comentarios:
Era tan macho el O´Connel Junior que nada de pedirlo sencillo
Saludos!
Esperando continuación!
bueno, Y??????????????????????
Saludos y bienvenidos-as. No sé en que acabará esto. Dura vida la de aquellos tiempos en aquel país.
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