Yo, me abriría una botella de Oporto
y agradecería lo vivido,
claro que podría haber sido mejor,
pero no tendría sentido
quejarse por eso ya.
El ataque nuclear confirmaría los peores presagios
sobre la especie humana:
un ente biológico agresivo
condenado a la extinción,
sin ningún futuro como especie
en este universo.
No creo que bombardeen directamente Asturias
así que sufriríamos los efectos secundarios:
el invierno nuclear y la radiación.
Quizá trate de sobrevivir un poco más,
habrá saqueos en las tiendas,
lucharemos por la comida que quede
y nos volveríamos caníbales.
Me prepararía para ver nevar
añorando la infancia.
Será breve, no vale la pena preocuparse mucho.
Ya digo, lo mejor sería beber vino
sin parar, hasta el final.
David Suárez, Suarón.
3 comentarios:
Me gusta lo del vino, pero ni Corea del Norte tiene capacidad para que nos llegue el invierno nuclear, ni ha echo ataques ni guerras preventivas... eso más bien lo hace EEUU. No sé si esto se publicará, ya que no domino bien el blog, pero me gustó mucho Cacharros Malversos, que leí hace tiempo.
Saludos,
El Tilas.
Perdón por el hecho sin h, el vinate pasa factura.
Bueno el poema lo tenía originalmente con China y más que nada el título es un homenaje a la canción de los míticos "Polansky y el Ardor". China y Corea del norte se podrían aliar en una guerra nuclear contra Estados Unidos y ya tendríamos inviernu, claro que es una posibilidad muy remota jeejej.
Saludos!!
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