Deja que el aire te suba por el esófago
y como si fueses un clarinete
expúlsalo por la boca emitiendo
el dulce sonido del eructo.
Eructa,
canta la bella palabra universal
que todos los pueblos comprenden.
Y que eructe también el cura en la misa,
el político en el mitin,
la presentadora de las noticias.
Que eructen el empresario y el asalariado,
el enterrador y el muerto,
el juez y el acusado.
Que eructe el dinero.
Que eructen todos los dirigentes del mundo
y los reyezuelos.
Erúctale a tu suegra.
Erúctale a la guardia civil.
Erúctale al mal humor,
al pesimismo y a las desgracias.
Eructa bien fuerte,
que se escuche claro
en todos los sitios
hasta que finalmente
eructe Dios.
David Suárez "Suarón"
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