Texto periodístico publicado el día del accidente en Nueva York, el 6 de mayo de 1937.
Treinta y seis pasajeros, 22 miembros de la tripulación y un empleado del servicio de tierra han muerto en el accidente.
Se considera así que el transporte de pasajeros por dirigibles del tipo zepelín ha recibido con este accidente un golpe de muerte.
Apenas apagadas las llamas y recogidos los cadáveres, se han formado tres comisiones para investigar a fondo las causas que determinaron el incendio del Hindenburg.
Tanto el director de dotaciones de los zepelines como el responsable de la construcción de los dirigibles, Ludwig Durr, partieron de inmediato desde Ludwigshafen hacia Nueva York, para ponerse al frente de la pesquisa.
Por su parte, la marina norteamericana y el ministerio de Comercio han constituido otras dos comisiones con el mismo fin.
Todo indica, sin embargo, que las auténticas causas de la tremenda catástrofe no llegarán a ser determinadas con total precisión.
Los restos del Hindenburg serán devueltos a Alemania, para ser sometidos a exhaustivos análisis por parte de los especialistas.
Se considera así que el transporte de pasajeros por dirigibles del tipo zepelín ha recibido con este accidente un golpe de muerte.
Apenas apagadas las llamas y recogidos los cadáveres, se han formado tres comisiones para investigar a fondo las causas que determinaron el incendio del Hindenburg.
Tanto el director de dotaciones de los zepelines como el responsable de la construcción de los dirigibles, Ludwig Durr, partieron de inmediato desde Ludwigshafen hacia Nueva York, para ponerse al frente de la pesquisa.
Por su parte, la marina norteamericana y el ministerio de Comercio han constituido otras dos comisiones con el mismo fin.
Todo indica, sin embargo, que las auténticas causas de la tremenda catástrofe no llegarán a ser determinadas con total precisión.
Los restos del Hindenburg serán devueltos a Alemania, para ser sometidos a exhaustivos análisis por parte de los especialistas.
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