4.1. En el despacho

Me hicieron pasar por el salón digno de la más exquisita de las casas reales para acceder al fondo al despacho de don Francisco.
La sirvienta tocó el timbre de un pequeño megáfono.
-Señor don Paco.
-Siiiii
-Aquí está Antonio
- Que pase.Alirón, alirón...
La puerta se abrió automáticamente y accedí a un pequeña estancia cuya sobriedad contrastaba con la pomposidad del resto de la casa. Tenía un aspecto decadente con un estilo sesentón franquista del que no parecía ni escaparse el ordenador ni la moderna televisión de plasma encajonada en un antiguo mueble bar por el que asomaban las más exóticas y añejas botellas de ron y güiski . Por supuesto en la pared estaban colgadas diversas conmemoraciones y certificaciones, la orla de una lejana promoción y la de asturiano del mes.
-Siéntae ho. ¿Una copina chatín? Prueba este malta de 20 años que estoy tomando. Me lo regaló un oftalmólogo irlandés de origen asturiano Sir Adrian Chela´s. Ye un gran experto en bebida, tien hasta una página de esas por internet.
-Bueno sí-dije trando de complacerle ante la ostentosa borrachera que mostraba.
-Toi hasta los cojones de toda esta familia,champion, voy a arrear y que is den pol culo, un abuelete como soy yo ya se merez pasar los últimos días en el caribe follando y bebiendo hasta que reviente la pija.¿No te parez?
-Sí, je jejejeej.
Me sirvió el wysky y bebí un trago saboreando el gusto a madera.