LLegué a la cervecería a eso de las 18:30 y tras saludar a los poetas y amigos pasé a las cervezas con un buen ritmo pa aliviar tensiones , no pagaba yo. Afuera llovía y hacía un frío de cojones.
Pasaba el tiempo y no venía nadie, la cosa empezaba a tener la pinta de fracaso, fracaso pero yo me estaba empezando a divertir. Luego llegó Silvia y pude desviar la conversación hacia otro lado alejándome de publicaciones diversas y de comentar como en Asturies un grupo de mafiosos poéticos dominan el cotarro con Il capone García Martín a la cabeza.
Pero la gente empezó a aparecer, amigos y familiares empezaron a llenar el local e iba siendo la hora de enfrentarme a sus caras. El patrón apareció unos veinte minutos sobre las siete, hora de comienzo, ya estabamos todos.
Accedimos a una sala contigua acondicionada pa la ocasión con una mesa pa los protagonistas y sillas dispuestas a modo de mini salon de actos.Saqué mi clásica bolsa del Arbol y empezé la perfomance: Extendí dos camisetas por el suelo, una negra y otra blanca,en el medio puse el libro y al lado dos velas encendidas para dar sombra.La gente sacaba fotos mostrando sus modernas digitales.
Luego leí el perdido texto y el marrón pasó a los otros que se defendieron como pudieron recitando algún poema y respondiendo a preguntas. A mí que parecía todo un literato nunca me faltó un pinta sobre la mesa. Lo mejor fue cuando en medio del cotarro me llama Carlos el de mafre y lo cojo y digo en voz alta. ¡Joder es Carlos el de mafre, ¿qué querrá vendeme un seguro?!. Perdona tío ahora no puedo hablar toi en una presentación. En fin que se pasó bien
4 comentarios:
Como un "pograma" de Sánchez-Dragó, vamos.
Yo no entiendo de poetas ni de esas historias, aunque he oido hablar del tema, pero García Martín escribe muy bien. Y dice cosas. Al menos en mi opinión.
Pa gustos colores pero se cree el nuevo Clarín
Yo no analizo. Cuando leo algo y me gusta, me la pela quien lo escribe. Y este hombre dice cosas interesantes y no habla de política que ya es un punto a su favor y de agradecer teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Publicar un comentario