Un hombre ofrece su cuerpo para ser momificado a cambio de que le paguen la hipoteca

Un cadáver real para la exposición

Un parado residente en Getafe (Madrid) ha ofrecido su cuerpo a la organización de la muestra Érase una vez... el cuerpo humano, que expone cadáveres reales momificados con plástico. El hombre quiere venderse así mismo para que, una vez haya fallecido, eso sí, lo utilicen en futuras muestras. A cambio, ha pedido a los responsables de la exposición que paguen exactamente lo que vale que su hipoteca, que asciende a 220.865 euros. Pero los organizadores de la exposición han rechazado su oferta por "inviable".

La exposición está organizada por Musealia, se estrenó el 15 de julio en el Museo de la Ciencia de Valladolid y ahora se encuentra en Pamplona. En ella se exhiben cuerpos reales, con diferentes tipos de disecciones y conservados por la técnica de plastinación, inventada por el médico alemán Gunther Von Hagens, que realizó la primera exhibición de cadáveres plastificados en Japón, en 1995. El director de la exposición Érase una vez... el cuerpo humano, Jesús Ferreiro, ha explicado que se ha sorprendido "mucho" con lo ocurrido, porque nunca antes habían tenido una oferta de este tipo.

Una propuesta por 'e-mail'

El interesado en vender su cuerpo es L.B.J., de 42 años, de nacionalidad dominicana y residente en Getafe desde hace seis años, que actualmente se encuentra en el paro. Completamente desesperado por su situación y, tras conocer la existencia de la muestra a través de los medios, decidió mandar un e-mail a la organización con el fin de ofrecerles su cuerpo para que, una vez fallecido, lo utilizasen para futuras muestras.

A cambio, L.B.J. pedía que le pagaran una cantidad de 220.865 euros, para poder hacer frente a su hipoteca, que él ahora no puede pagar por encontrarse en el paro, según se recoge en el texto que les envió. Ferreiro ha explicado que todos los cuerpos y órganos que se exponen en Érase una vez... el cuerpo humano -más de 100 órganos humanos y diez cuerpos enteros- son reales y conservados mediante plastinación y provienen de China, ya que es el único país cuya legislación permite que se utilicen los cuerpos donados para tal fin.

Fuente: El País