La realidad del campo asturiano y la realidad de la vida en la Zarzuela

El pasado sábado Felipe y Señora cruzaron Asturias cómodamente acompañados de escolta, ambulancia y control de las carreteras para lucir sus majestuosos trajes y su palmito en Torazo, pueblo ejemplar de los Premios Príncipe de Asturias. Hicieron el tradicional paseíto y paripé de coger a guajes, probar boroña, tirar un bolín y comer un menú especial para la ocasión. Y entre medias reclamar que los jóvenes no abandonen el campo, muy fácil de decir sí, para alguien que ni va a la frutería.

Hace poco el mismo diario publicaba un artículo donde se describía una jornada habitual en el campo y las declaraciones de un ganadero "Esta ganadería se acaba conmigo; mi hijo no se quedará aquí"

Dos caras de una moneda bien distintas. Vete Felipe y no vuelvas por favor. Coge a tu esposa y piérdete en el Orinocco. Deja a los asturianos y asturianas en paz que lo único que tienes de Asturias ye el título. No vengas a meter las narices en los problemas del pueblo.

Espero que algún día pueda levantar la persiana y saludar al sol de una República. Supongo que seguiré y seguiremos igual que ahora pero los cimientos en que se asienta una sociedad serán más sólidos, fuertes y justos. Yo creo que es un buen ideal por el que luchar. Las cosas se construyen pasito a pasito y una monarquía menos en el mundo es un paso adelante.