13/10/08

Fin de semana por tierras de Salamanca






Pues, estando yo en tal estado, pasando la vida que digo, quiso mi mala fortuna, que de perseguirme no era satisfecha, que en aquella trabajada y vergonzosa vivienda no durase. Y fue, como el año en esta tierra fuese estéril de pan, acordaron el Ayuntamiento que todos los pobres extranjeros se fuesen de la ciudad, con pregón que el que de allí adelante topasen fuese punido con azotes. Y así, ejecutando la ley, desde a cuatro días que el pregón se dio, vi llevar una procesión de pobres azotando por las Cuatro Calles. Lo cual me puso tan gran espanto que nunca osé desmandarme a demandar.

El Lazarillo de Tormes-siempre anónimo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

eh, eh, tú sí que sabes Salinaaasss...

David Suárez Suarón dijo...

Buuenoo jeje