De guaje fui un
asiduo lector de Mortadelo y Filemón. Todavía conservo una gran cantidad de
aquellos cómics de Bruguera de la colección Olé, encuadernados en cartón y con
un precio que iba desde las 80 pesetas a las 150, al menos en la época en que yo
los compraba, o mejor dicho me los compraban. También tengo unos
cuantos "Superhumores" , ya encuadernados en tapa dura y con de más de
trescientas páginas, regalados en ocasiones especiales como cumpleaños y demás.
En ellos, como sabéis, aparecían otros típicos personajes como Zipi y Zape, El
botones de Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos, Tete
Cohete...
Pues bien, ayer y
para celebrar el lanzamiento del número 200 de Mortadelo y Filemón me pillé "El
tesorero". En esta última creación de Francisco Ibáñez hce un guiño a la
actualidad: el Ministro del Peculio llega a la sede del Partido Papilar para
disponer de "unos milloncejos de nada" para "gastillos". Pero en la cámara
acorazada solo hay telarañas. El Tesorero del Partido Papilar se marchó con todo
el dinero a las "Seis Elles, Suiza o Valdepirula del Arzobispo". En sus páginas
también aparecen Rojoy o Demetria Coscorra.
Un número cuya presentación fue censurada
por TVE para no hablar del caso Bárcenas.
Presta encontrarse
con viejos conocidos como el Súper, el profesor Bacterio u Ofelia y viejos
esquemas de desarrollo de la obra. Primero sucede el hecho que sirve de base a
la historia y luego Mortadelo y Filemón son llamados a su "cuhitril" y tienen
que acudir a la TIA a través de una entrada secreta para reunirse con el Súper.
A partir de ahí se suceden diferentes gags hasta llegar al final.Eso sí, el
lenguaje está muy bien adaptado a los tiempos actuales.
Un regalo con mucha nostalgia y un buen momento para reengancharme de nuevo y releer los antiguos.
Un regalo con mucha nostalgia y un buen momento para reengancharme de nuevo y releer los antiguos.
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