5/7/10

El riesgo de caer en "Un mundo feliz"


Voy a ir desarrollando un poco la teoría que describí acerca de lograr una nueva sociedad en un post anterior. En ella dije que el pilar fundamental sería lograr una evolución artificial del homo sapiens. Este proceso ya está en marcha y no es ciencia ficción. El primer paso fue hallar el mapa genético humano completo. A partir de ahora surgirán multitud de posibilidades. La primera aplicación más factible será en el campo de la medicina para luchar contra muchas enfermedades pero enseguida se podrá ir más allá : rediseñar toda nuestra estructura.

No apostar por ello, no promover claramente desde las instituciones el fin del homo sapiens con objetivos filantrópicos va a traer consecuencias muy negativas y lo que puede ser un adelanto pronto se convertirá en un fracaso para gran parte de la humanidad.

La industria militar que mueve millones y millones pronto se verá tentada para crear armas genéticas que atenten contra un determinado colectivo.
Y para lograr soldados y policías perfectos e invencibles modificados genéticamente.
De esta forma llegaría poco a poco el sometimiento total por parte de una élite que accedería a las más importantes mejoras genéticas para el disfrute continuo y la inmortalidad hacia otra masa utilizada para el experimento y como mano de obra (suena familar). Algo que puede asemejarse a lo descrito por Aldous Huxley en su novela “Un mundo Feliz”.

Irremediablemente con el paso del tiempo el ejército y la policía darían un golpe de estado, su naturaleza les llevaría a ello. La humanidad se convertiría en una dictadura militar. En una posterior época el objetivo sería la colonización de otros planetas y extender la dictadura militar por el universo.

Y puede que esto también esté en marcha por parte de cicivilizaciones extraterrestres que hayan evolucionado de esta manera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo único cierto es que sobra gente. Y como todo es cíclico, tiene que venir algo que diezme la ploblación. Y, aunque todo lo que dices es cierto, no hay dinero para desarrollar tanto avance. Carpe diem, no queda otra.

David Suárez Suarón dijo...

Sí, en definitiva no queda otra salida.