20/11/12

Consejo de Inseguridad de la ONU


Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: Yo mato para robar.

Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero.

 Las armas exigen guerras y las guerras exigen armas y los cinco países que manejan las naciones unidas, los que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas resultan ser también los cinco principales productores de armas.

Uno se pregunta ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra? ¿Hasta cuando seguiremos creyendo que hemos nacido para el exterminio mutuo y que el exterminio mutuo es nuestro destino? ¿Hasta cuando?
Eduardo Galeano.

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