Reniega de sí mismo, tiende a aislarse y hace que cualquier circumstancia se convierta en un pleito entre él y el mundo. Cree que con su actitud gana, sin embargo, se somete al maltrato a pesar de que se queja .Además, pierde la posibilidad de tomar las riendas de su vida, decidir lo que quiere y muchas relaciones se alejan hartas de sus lamentos.
Suele designar un culpable externo de todos sus males lo que origina situaciones de pasividad o agresividad.Cuando estas conductas arrraigan se vive en un estado de persecución constante: antes de que los probables ofensores hagan algo, se defiende atacando, con o sin motivo. Se indigna continuamente porque cree que el mundo no le da lo que merece y tiene una actitud de espera como si le debiesen algo. Finalmente se convierte en un resentido.
3 comentarios:
Yo no sé si lo titularía "El Pesimista", jejeje...
Estoy de acuerdo con el Guaje: El texto no describe a un pesimista. Más bien a un frustrado o a un paranoico...
Si es verdad pero también es una forma de pesimismo frente al optimismo vital je je. además el texto sacado de una revista venía con ese título
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