Tras el triunfo de Syriza el pasado domingo se abre una
puerta de esperanza en Europa. Por lo menos a un intento de alternativa a las
políticas restrictivas e inhumanas que solo conducen al saqueo de la población
y a la restricción y anulación de las herramientas sociales más elementales con
que debe contar toda democracia. Sanidad, educación, pensiones, sistemas de ayudas, trabajo digno,
justicia, derechos sociales y libertades
públicas.
Todas ellas han sido cercenadas por una élite política al
servicio de la “troika” manejada por Alemania y los mercados financieros. Para
favorecer a una oligarquía económica y a las multinacionales que ven una puerta
de entrada al esclavismo y a la mano de obra barata en la UE. Estas políticas
han llevado al pueblo griego a una crisis humanitaria sin precedentes.
El camino ahora no será fácil. Los poderes no renunciarán a lo conseguido y el peso de Grecia es pequeño con lo que puede llegar a
ser prescindible. Por eso es necesario que no esté sola. El cambio de escenario
político debe tener su continuidad en países como España, Portugal, Irlanda e
incluso Francia e Italia que empiezan a verse también muy ahogados por
Alemania.
Agachar la cabeza y morir como patos en granjas industriales
o alternativas ultra extremas como el partido nazi Amanecer Dorado o incluso romper con la OTAN y la UE lo que les
llevaría a aliarse económicamente con Rusia y China,algo que ya deja caer el
KKE, partido comunista griego.
David Suárez, Suarón
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