Cayeron los últimos frikis
que resistían en el pueblo abandonado
el avance de los vampiros.
Y la niña llora en su habitación
presa de un miedo atroz.
El resto de inquilin@s del edificio
o duermen o se masturban o follan
practicando extravagantes posturas.
Sólo ella lo sabe,
su cara de espanto
refleja la llegada de los No-muertos.
Sabe que muy pronto
el hombre claudicará
y hasta S.M. Don Juan Carlos I
pedirá clemencia mientras
se llenan inútilmente
las fosas comunes y
el mermado Ejército Español
agota sus últimos cartuchos.
Pero ahora la niña llora
y su madre somnolienta
va a consolarla
y a cantarle una nana.
David Suárez “Suarón”. El blog de Drácula.
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